Su grandeza deslumbra y es fuente de inspiración.
Desde su descubrimiento, el 24 de agosto de 1499, el lago de Maracaibo
se convirtió en ícono de la zulianidad. Sus aguas han sido escenario de
importantes hechos que han marcado la historia de Venezuela. Los
primeros en navegar fueron el capitán Alonso de Ojeda y el maestro Juan
de la Cosa, quienes en una expedición arribaron a las orillas del Lago,
en el noroeste de Suramérica. A su llegada, en palafitos habitaban los
aborígenes del lugar.
Son muchas las historias que rondan la formación del lago de
Maracaibo. Algunos creen en la hipótesis que relata que todo empezó hace
más de 40 millones de años, en la era terciaria, cuando una inmensa
selva se hundió y a partir de allí se formó el Lago más grande de
Suramérica y el mayor del mundo con salida al mar.
El historiador Pablo Emilio Colmenares atribuye su creación a un
movimiento tectónico, es decir, el desplazamiento de las placas que
forman la Tierra. Explicó que la Cordillera de Perijá, por un lado, y la
de Los Andes, por el otro, forman las cuencas hidrográficas que cubren
el área del Lago, que comprende principalmente el Zulia y parte de
Táchira, Mérida, Trujillo, Lara y Falcón.
Colmenares afirma que de los 135 ríos que desembocan en las aguas del
Lago, un gran porcentaje pertenece a Venezuela, y otra a Colombia, que
le proporcionan el 60 por ciento de agua dulce. "Las aguas llegan al
Golfo del río Limón (formado por el Guasare y El Tocuy). Luego el Apón,
el Santa Ana y los ríos de Colombia; junto con el río Zulia llegan al
Catatumbo, para finalmente desembocar en el Lago. También por Trujillo
desembocan las aguas de Motatán, por Mérida las del río Escalante y
Chama; y por el estado Lara, río Misoa. Por Táchira confluyen las del
río Grita, Morotuto y Guaramito".
Varios problemas
Con una superficie de 13 mil 280 kilómetros cuadrados, con una
longitud de 155 kilómetros, un ancho de 120 kilómetros y una profundidad
que varía entre un promedio de 30 metros y un volumen que abarca 280
millones de metros cúbicos, el lago de Maracaibo enfrenta una situación
dramática.
Aunque Gustavo Parra Pardi en su libro La conservación del lago de
Maracaibo, afirma que el sistema del Lago es único y que representa uno
de los mejores sistemas acuáticos en el mundo, el almacenamiento de
aguas residuales, los derrames petroleros, la descarga de desechos y la
ploriferación de la lemna disminuye su belleza y amenaza su ecosistema.
Aún así Emilio Colmenares asegura que los mayores problemas del Lago
se iniciaron con la explotación petrolera. "Anteriormente la producción
agrícola que teníamos en el Sur del Lago, aunado a la siembra del cacao
porcelana y algo de plátano, eran las actividades que perjudicaban al
Lago. En ese entonces no se hablaba del bum petrolero. Se trabajaba con
el crudo, pero ocasionalmente.
Cuando se comienza a consolidar Maracaibo y la Costa Oriental del
Lago, la superpoblación se aceleró. Se iniciaron entonces las descargas
de grandes cantidades de aguas residuales. Todas tenían un destino: el
Lago. Según Colmenares, quien fue presidente del Instituto para la
Conservación del Lago de Maracaibo (Iclam), cuando se abrió el canal de
navegación comenzó a subir abruptamente la salinidad del Lago. "De mil
partes por millón se elevó a cuatro mil partes la salinidad. El cuerpo
humano sólo aguanta 500 partes por millón. Hasta 1969 se mantuvo la
cifra. Actualmente tenemos cinco mil 300 partes por millón, es decir,
casi 10 veces más de lo que podemos resistir".
Para el presidente de la Asociación Civil para la Conservación del
Lago de Maracaibo, es primordial empezar a realizar acciones que vayan
en beneficio de la recuperación del Lago. Educar a los ciudadanos a
través de una campaña de concienciación es fundamental. "A quién más si
no es a nosotros los zulianos nos va a preocupar el lago de Maracaibo.
Actualmente en el Lago están cayendo cerca de 10 mil litros por segundo
de aguas servidas".